Prehistoria

Su condición mediterránea y la situación fronteriza y de paso que históricamente ha tenido la comarca, son posiblemente las principales razones que pueden explicar la extraordinaria imprenta cultural que el hombre ha dejado en la Costa Brava y el Empordà. En este sentido, son numerosos los lugares que una vez aquí, merecen una visita. Algunos, como el poblado ibérico de Ullastret, son prehistóricos, como lo son también el centenar largo de dólmenes que hay entre la sierra de Rodes y la de la Albera.

Edad Antigua

Otros, como las Ruinas greco-romanas de Empúries, son fruto de la expansión comercial y militar de estas culturas durante la edad antigua. Estas ruinas se encuentran en el término municipal de L’Escala y son uno de los conjuntos arqueológicos más importantes de España.

Edad Media

En la Edad Media, Castellón de Empúries fue la capital del Condado de Empúries. De aquella época son el núcleo medieval de S. Marti d’Empúries, el casco antiguo de Castelló o el monasterio de Sant Pere de Rodes. Éste monasterio, junto con el conjunto románico de la Canónica de Santa María de Vilabertrán, son dos de los monumentos más emblemáticos de la Edad Media en el Empordà. Son numerosos y destacables otros monumentos de esta época como iglesias, monasterios, ermitas románicas y abadías

Por su conservación y arquitectura, hay algunas poblaciones cuya visita nos puede trasladar a la Edad Media, como Peralada, Pals o Peratellada entre otros. Fuera ya de la comarca, tienen gran interés los barrios judíos de Girona y Besalú.

Edad Moderna

De la Edad Moderna y como consecuencia de los conflictos bélicos a que se ha visto sometida esta tierra, nos quedan los restos del Castillo de Sant Ferran de Figueres. También son de esta época numerosos edificios civiles y religiosos, retablos de diversos estilos que van del gótico al barroco y hasta el modernismo de la edad contemporánea.

Edad Contemporánea

El movimiento artístico, intelectual y cultural más importante en el Empordà durante la Edad Contemporánea, fue sin duda el surrealismo. Esto se debió principalmente al genial pintor figuerense Salvador Dalí. Se dice que no se puede descubrir el Empordà sin conocer a Dalí, ni se puede entender a Dalí sin descubrir el Empordà. Para explorar su mundo surrealista recomendamos visitar el conocido como “triángulo daliniano”, que está formado por tres vértices situados en el Museo Dalí de Figueres, su casa-taller en Portlligat y el castillo de Púbol. Este castillo fue un regalo de Dalí a su esposa Gala en cumplimiento de una promesa que le había hecho de convertirla en reina de un castillo.